Declaración de Fé del Ministerio

La "Iglesia de Cristo Maranatha" es un Ministerio Cristiano, Evangélico, Fundamentalista, Pentecostal y de DOCTRINA TRINITARIA (Génesis 1:27, Génesis 11:5-7, Isaías 48:16, Mateo 3:16, Mateo 28:19, 1ª.  Juan 5:7, 2da. Corintios 13:14).

Por medio de esta Declaración de Fe, El Ministerio confiesa y declara la vigencia y autoridad Indiscutible de la Palabra revelada por Dios en la Santa Biblia; reconociendo explícitamente que la Iglesia vive tiempos peligrosos de relativismo, dejadez doctrinal y confusión. Asumimos, que la Palabra de Dios ha sido encomendada a la Iglesia del Señor, debiendo resplandecer "como antorcha que alumbra en lugar oscuro" (2 ª Pedro 1:19).

La Iglesia, pues, debe constituirse en "columna y baluarte de la verdad" (1 ª Timoteo 3:15); y no en un refugio relajado de sincretistas y ecumenistas, así como de liberales doctrinales (Apocalipsis 2:14-15).

Esta Iglesia está comprometida, desde su fundación, en vivir y enseñar la sana doctrina de Jesucristo; respetando los principios del cristianismo bíblico e histórico y contendiendo "ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos" (Judas 3).

La Biblia es nuestra única regla, toda suficiente, de fé y conducta, de ella se deriva la siguiente Declaración como Fundamento Doctrinal que nos rige en el aprendizaje y enseñanza de la Palabra de Dios:

 

-Creemos en un solo Dios y Padre de todos, Santo e Infinito, vivo, verdadero y eterno, de infinito Poder y Sabiduría, lleno de bondad y misericordia, omnisciente y omnipotente, omnipresente e inmutable, perfecto y justo, creador de todas las cosas visibles e invisibles. Salmo 91, verso 1, Salmo 139, Salmo 19 verso 1 al 3, Romanos cap. l verso 32, Efesios cap. 4, verso 6.

El Hijo, Verbo del Padre, verdadero y eterno Dios, verdadero hombre concebido por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen María, cuyo nombre es Jesucristo o Emmanuel, y a quien según las Escrituras le ha sido dada toda potestad, potencia y señorío y sobre todo nombre que se nombre, no sólo en este siglo, sino en el venidero, y que todas las cosas están debajo de sus pies, y que El es la cabeza de la Iglesia, es nuestro Salvador, Redentor Y Señor.

Es nuestro Abogado y único intercesor entre Dios y los hombres, de su plenitud tomamos todos divinamente revelada en las Sagradas Escrituras. Que, resucitó de los muertos y subió al cielo y en el día postrero juzgará al mundo. San Juan cap. 1 verso I al 4, I Timoteo cap. 3 verso 16, I Timoteo cap. 2 verso 5, I Juan cap. 2 verso l.

El Espíritu Santo. Creemos que el Espíritu Santo, procede del Padre y del hijo, y que es de una misma substancia del Padre y del Hijo, y que verdadero y eterno Dios omnisciente, omnipresente, que consuela, enseña, santifica, edifica, purifica y sella. Hebreos cap. 9 verso 14, I Corintios cap. 12 verso 3, I Juan cap. 5 verso 7.

La Trinidad. Creemos que la trinidad del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, todos iguales, en cuanto a su perfecta y suprema divinidad, y en sus relaciones para con la humanidad, el Padre se nos presenta como Creador, preservador y Gobernador del Universo , el Hijo, como el revelador de la Divinidad y Redentor, El Espíritu Santo, como el que santifica y habita interiormente. San Mateo cap. 3 verso 16 y 17, San Mateo cap. 28 verso 19, Corintios cap. 13 verso 14.

-La inspiración y la infalibilidad de las Sagradas Escrituras (Juan 17:17, 2ª. Timoteo 3:16-17, Mateo 24:35, Salmo 119:105, Mateo 4:4, 2da. Pedro 1:20-21),

-El Poder Redentor de la Sangre del Señor (1ª. Juan 1:7, Efesios 1:7, Apocalipsis 1:5, Hebreos 12:24),

-Que las ordenanzas bíblicas de la Iglesia son el bautismo en agua y la Cena del Señor; y que el bautismo es la inmersión en agua del creyente en Cristo, como símbolo de su fe en la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo; y que la Cena del Señor consiste en dos elementos que son pan sin levadura y vino, los cuales representan, respectivamente, el Cuerpo y la sangre de Jesucristo; y que los participantes de la Cena son creyentes bautizados; y que la Cena conmemora el sufrimiento y la muerte de Cristo hasta que Él venga otra vez.

Hechos 8:36-39; Mateo 28:19; Romanos 6:4-6; Lucas 22:19-20; 1ª Corintios 11:23-24.

-La existencia de ángeles y demonios (Hebreos 1:14, Salmo 91:11, Salmo 34:7, Mateo 4; 11, Levítico 17:7, Mateo 7:22, Marcos 16:17, 1ª. Timoteo 4:1),

-Espera la venida de Cristo por su Iglesia, Creemos que el Arrebatamiento de la Iglesia es una Operación de Dios que solo afectará a los salvos cuando Jesucristo regrese por los suyos, en este momento los que hayan muerto siendo salvos serán resucitados primero y trasladados junto con aquellos creyentes que se encuentren vivos para ser transformado y estar con el Señor por la eternidad. Este acontecimiento puede ocurrir en cualquier momento y será antes de la gran tribulación (1ra. Tesalonicenses 4:13-18, Apocalipsis 3:10, Mateo 24:40-42, Hebreos 9:28, Apocalipsis 22:21),

-Cree en su segunda venida con sus santos arrebatados al comienzo de la tribulación para establecer su reinado físico y visible por mil años. apocalipsis 4; 19; Judas 14),

-Cree en la existencia de un infierno y un cielo eterno (Salmo 9:17, Marcos 9:44, Apocalipsis 20:15, Mateo 25:46, Juan 14:1-2, Apocalipsis 21:4, Apocalipsis 7:9-12),

-Cree en las Gloriosas Doctrinas de la Justificación, la Regeneración y la Santificación (1ª. Corintios 1:30, Romanos 5:18, Juan 3;3,2ª. Corintios 5:17, Romanos 6:22,1ª. Tesalonicenses 4:3,1ª. Pedro 1:2),

-Además predica la Sanidad Divina y la maravillosa experiencia del bautismo del Espíritu Santo (Marcos 16:15-17, Santiago 5:14-15, 1ª. Pedro 2:24, Hechos 1:8, Hechos 2:4, Mateo 3:11),

-Cree en el juicio final (apocalipsis 10:15),

-Espera el Glorioso Reino Milenial, este reino milenial traerá paz universal y el cumplimiento de las promesas hechas a Israel en el Antiguo Testamento.((Apocalipsis 20:1-10, Lucas 1:32-33, Isaías 9:6, Zacarías 14:1-9, Isaías 65:20-23) y

-La nueva ciudad Jerusalén, donde vivirán eternamente todos los creyentes (Apocalipsis 21:9-27, Hebreos 13:14, Filipenses 3:20),

-En la desaprobación de doctrinas erróneas (2da Pedro 2:1; Gálatas 5:20; Tito 2:1, 3:10; 2da Juan 2:10).

-Creemos en la importancia del Pacto Matrimonial entre un hombre y una mujer con Dios y mutuamente delante de Dios para vivir unidos en el Propósito de Dios hasta que Cristo venga o la muerte los separe, “lo que Dios unió no lo separe el hombre” (Marco 10:9)

-Creemos que la consagración de los niños al Señor (Presentación de Niños al Señor) es un compromiso que los padres toman con Dios, dedicando sus hijos al Eterno Propósito de Dios, profetizando sobre su vida futura y aceptando el sacerdocio paternal. Dios, por su parte, “Bendice a los Niños”, los toma bajo su cobertura y los resguarda en sus brazos (Lucas 2: 22-35).

-Creemos en el sacerdocio universal de todos los creyentes, cada creyente tiene acceso directo a Dios Padre por medio de Jesucristo nuestro Señor, y cada creyente es templo del Espíritu Santo. Somos piedras vivas, casa espiritual y sacerdocio santo para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

-Creemos en la Iglesia, cuya cabeza es Cristo, formada por todos los que sinceramente creen en Jesucristo como único y suficiente Señor y Salvador.

-Creemos en El ejercicio de los nueve dones o carismas del Espíritu Santo, según la voluntad de Dios. 1ª Corintios 12: 4-11 
 
-Creemos que podemos conocer a Dios de las siguientes maneras, por la creación, preservación y gobierno de todo lo creado, que nos da a conocer las cosas invisibles de Dios, su eterno poder y deidad. En segundo lugar, él se nos da a conocer por su divina Palabra revelada. Y, por último, Dios se ha manifestado por medio de su Hijo Jesucristo. Él es la imagen del Dios invisible.

 

-Creemos en la responsabilidad de los cristianos en llevar a cabo la gran comisión, ir por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, y enseñándoles todas las cosas que Jesucristo nos mandó.

-Creemos en La unción de aceite y la oración de fe para la sanidad de los enfermos. Santiago 5: 14-15 
 
-Creemos en La necesidad de buscar y guardar la unidad del Espíritu Santo en el vínculo de la paz amándonos como Cristo nos amó. 
 
Efesios 4:3-4 “solícitos en guardar la unidad del Espíritu,… como fuisteis también llamados en una misma  esperanza de vuestra vocación;” 
Efesios 5:2 “Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante”