Principios y Valores

RESPETO POR LA DIGNIDAD HUMANA

Consideramos que toda persona es digna de respeto y consideración como objetivo o fin de nuestra misión y visión, nunca como medio. Implica el reconocimiento y la promoción del libre albedrío y de la autonomía de las personas para la toma de decisiones que la afecten.

EQUIDAD

Practicamos la equidad, como una forma de justicia distributiva en lo espiritual, que logra el equilibrio entre las capacidades, las oportunidades y las necesidades de las personas y de la Obra del Señor. Se expresa en la máxima “Hacedlo todo cómo para el Señor”.

SOLIDARIDAD

Comprometemos la acción colectiva para superar situaciones o condiciones de fragilidad, indefensión o riesgo de las personas, a partir del reconocimiento de la igualdad en la dignidad humana; como asimismo para la consecución de metas y objetivos comunitarios locales.

INTEGRACIÓN

Disponemos todos los medios y recursos, en forma articulada, para responder, mediante la participación activa, a las necesidades de calidad de vida y salud espiritual de las personas.

UNIVERSALIDAD

Garantizamos el acceso al conocimiento de la Salvación a toda persona, sin discriminación, y en todas las etapas de la vida, en virtud de la igualdad en la dignidad y en el derecho.

PROBIDAD

En virtud al manejo de esfuerzos y recursos de responsabilidad comunitaria, nos colocamos en total disposición para dar cuenta de nuestros actos y decisiones, como administradores de la multiforme Gracia de Dios, ante los miembros de las Iglesias, ante la sociedad y ante los organismos de control interno o externos a la Institución.

RESPETO

Tratamos en forma digna a toda persona. Este es el pilar para una convivencia sana y pacífica entre los miembros de nuestra Institución. Es el reconocimiento a la diferencia y a la diversidad, en un plano de libertad e igualdad, sin que ello signifique pasividad o falta de autoridad.

LEALTAD INSTITUCIONAL

En virtud al compromiso como integrantes de una entidad, actuamos con fidelidad a la Palabra de Dios, a los Principios de Fe, a los Estatutos y Reglamentos Institucionales y a las Leyes vigentes en Chile; lo que nos obliga a conducirnos con lealtad hacia los miembros de las Iglesias locales y hacia las autoridades eclesiásticas, evitando todo engaño o traición, apoyándonos y ayudándonos unos a otros en el Amor de Dios.

HONESTIDAD

Nos conducimos con pulcritud en todas nuestras actuaciones, siendo sinceros en las relaciones interpersonales, tomando con claridad y trasparencia las decisiones trascendentales, y respondiendo con extremo celo y probidad hacia quienes esperan confiados nuestro aporte a la conducción y administración de la Obra del Señor.

TOLERANCIA

Estamos llamados a reconocer y respetar las diferentes opiniones de los miembros de la entidad, así sean diferentes a las nuestras, aceptándonos unos a otros, en paz y amor.