Homenaje Póstumo
Quisiera reconocer el valor de dos personas que fueron vitales en mi formación, aunque ya no estén con nosotros, pero su memoria será perdurable.
Me refiero a Ana Rosa Encamilla Cepeda, hermana en Cristo y abuela quien supo señalarme el camino y a través de sus constantes oraciones por su familia, Dios se movió a misericordia.
Y, por su puesto, al Pastor Presbítero Héctor Segundo Serrano Gómez un siervo de Dios que tuve la honra de conocer y ser administrado por él.
Pilares importantes que siempre llevaré en mi corazón...